Belén Gonzalez
Mi nombre es Belén y os voy a contar un poco mi historia en cuanto a las analíticas.
Con 26 años me diagnosticaron una artritis psoriásica, que se fue desarrollando poco a poco y me ha dado bastantes problemas. De entrada, me generó unas deformaciones incluso en las manos; psoriasis, porque lógicamente va unida con esta enfermedad; y luego, dolores de cabeza; un tema de energía por el que estaba todo el tiempo cansada (yo podía dormirme en un cine, en un coche, en un asiento, vamos, en cualquier sitio). Aparte de eso, tenía bruxismo, mordía muchísimo la boca, que eso me llevaba también a los problemas de cabeza; siempre he tenido conjuntivitis, cosas en los ojos; temas digestivos, también muy mal -se me hinchaba mogollón la tripa-.
Cuando a los 26 me diagnostican esta enfermedad, comencé a tomar una medicación: la zalazupirina, que uno de los efectos secundarios que producía es que no podía darme el sol -era fotosensible (aparte de muchos otros)-. Continué tomando esta medicación, que además era bastante alta la cantidad que tenía que tomar (4 diarias). Cuando me volvieron a realizar pruebas, la enfermedad seguía desarrollándose. Es decir, comenzaba a tener problemas en las muñecas, las rodillas hechas un desastre, molestias en los tobillos, juanetes, las manos, siempre me molestaba algo. En general, la parte articular me dolía todo. Además, tenía brotes, que de repente me dolía todo el cuerpo (como si fuera un tema de reuma). Mi doctora en ese momento me dijo que iba a darme una medicación mucho más potente: me recomendaron el metotexato.
Es en ese momento, donde yo entré en este estudio. Conocía a Carolina y ella me contó de esta opción, de esta filosofía de vida como le llama ella, maravillosa, que es lo mejor que me ha podido pasar a lo largo de mi vida. Llevo cuatro años feliz. A ver, como todo tiene sus cosas y hay que hacer las cosas bien. Yo soy una persona que viene del ámbito del deporte, soy súper disciplinada y no tuve problema en hacer los cambios de alimentación que supuso la dieta para mí. Cuando no lo hago (accidentalmente: porque me lo cuelan en algún restaurante o en otro sitio) mi cuerpo lo nota. Me puede salir una psoriasis en un codo, o en las manos. Es decir, que reacciona, lo nota. A día de hoy, que ya estoy “limpia”, que ya llevo muchos años haciéndolo.
Es cierto que al comenzar las analíticas, en mi caso tuvo que pasar un tiempo hasta quitar la medicación, no es que se quita todo de golpe, lógicamente. Realmente al año es que empecé a ver muchos de los cambios que había tenido de una manera más global. Como no va todo de golpe, sino que son cambios lentos, cuando te das cuenta y miras hacia atrás, lo ves.
Ahora duermo genial, mi sueño ha cambiado totalmente. En cuanto al cansancio, cero. Voy siempre muy bien, con mucha energía. A todo esto, quiero añadir que yo soy una paciente que sigue haciendo acupuntura. La acupuntura es cierto que es un sistema de drenaje linfático, que es fundamental, sobre todo para estas cosas que se puedan llegar a colar. Yo mínimamente hago una o dos al año. Y estoy encantada, porque lo noto.
Fundamentalmente quiero deciros para aquellos que habéis empezado o estén por empezar, que sigáis, que esto merece la pena, que es una filosofía de vida. En el único lugar donde puede afectaros en la parte social, pero está todo en nuestras cabezas. Si tú eres capaz de organizarte y preguntar qué tiene el plato de comida que estás a punto de comer y luego tus amigos y entorno son capaces de entenderte y lo compartes con ellos, es muy fácil. Luego en casa, es más fácil todavía. Al ser uno quien se cocina, es mucho más fácil elegir y optar por alternativas que uno puede.
Así que nada, esa fue mi experiencia, espero que os sirva.
¡Un saludo!