- Procesa una remolacha hervida y pelada junto con el agua y el aceite de oliva.
- ¡Ponle los condimentos que puedas y más te gusten! Nosotros recomendamos ajo, comino, pimienta y sal.
- Si quieres, decora con semillas de sésamo. Esto no es imprescindible.
- Disfruta untándolo en tostas, panes, con grisines o como acompañamiento de comidas.
¡Recuerda que puedes siempre reemplazar ingredientes por aquellos que se adapten a tus resultados! En este caso, puedes utilizar otro tipo de aceite, puedes decorar con otra semilla o hierba y puedes elegir los condimentos y hierbas que tú y tu familia prefieran para darle un sabor único.