- Lava los calabacines y córtalos en láminas finas.
- Cocínalas brevemente (1 minuto por cada lado) en una sartén grande con un chorrito de aceite (el de tu preferencia).
- Aparte bate el huevo brevemente para romper la yema y viértelo en la sartén.
- Añade el jamón y el queso.
- Cuando el huevo esté cocido retira la sartén de la fuente de calor y enrolla con cuidado toda la preparación.
- Para terminar, ponle un poco más de queso por encima mientras aún esté caliente.
¡Recuerda que puedes siempre reemplazar ingredientes por aquellos que se adapten a tus resultados! En este caso, puedes utilizar otro tipo de huevos o quesos, y elegir los condimentos y hierbas que tú y tu familia puedan consumir.