- Corta la sandía en rodajas de unos 2 cm de grosor.
- Parte cada rodaja en unas 6 u 8 porciones triangulares dependiendo del tamaño (como si fuera una pizza).
- Haz un pequeño corte en el centro de la corteza de cada triangulo y mete el palito de madera. Puede que cueste un poco, hazlo con cuidado y paciencia.
- Mete tus polos de sandía en el congelador toda la noche (o mínimo 4 horas).
- Derrite unas onzas de chocolate 85% con 1 cucharadita pequeña de aceite de coco. Puedes meterlo en el microondas y con 2 o 3 onzas de chocolate tendrás suficiente para unos 8 polos.
- Coge una cuchara y vete haciendo hilos de chocolate sobre los polos de sandía congelados. En cuanto el chocolate toca el frío de la sandía se solidifica. Los puedes comer en el momento o volver a guardar en el congelador para más adelante.