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En primer lugar, lava y asa el pimiento en el horno precalentado a 200°C durante 30 minutos (puedes hacerlo cuando hagas otra cosa en el horno para aprovechar el calor y tenerlo ya listo). Transcurrido el tiempo saca y deja enfriar. Este paso se podría hacer también en el microondas si no tienes mucho tiempo utilizando un estuche de vapor.
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Pon en un vaso de robot de cocina los garbanzos (previamente cocidos o escurridos del bote en conserva). Corta el ajo en trocitos pequeños y añádelo al vaso del robot junto con las especias (comino, pimentón, una pizca de sal y un toque de pimienta) y el pimiento asado.
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Añade el zumo del limón, 2 cucharadas de aceite (esto va a depender de vuestro gusto), 2 cucharadas de tahini y un poquito de agua para que no quede tan espeso (añade de poco en poco, es mejor rectificar que pasarse). Prueba y rectifica de sal o especias antes de servir.
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Sirve en un plato con pimentón, aceite y unos garbanzos especiados. Es ideal para comerlo con unos crudités (pepino crudo, zanahoria, pimiento rojo o verde… o lo que más te guste), con unos picos integrales de pan o con pan de pita.
¡Recuerda que puedes siempre reemplazar ingredientes por aquellos que se adapten a tus resultados! En este caso, puedes utilizar otra legumbre de base, puedes optar por omitir el ajo, puedes elegir otro tipo de aceite y puedes elegir los condimentos que tú y tu familia prefieran para darle un sabor único.